2018
¡Aquí en el Carmen a veces hacen unos fríos! Con razón en el 2018 este municipio parecía la embajada de Finlandia. Hasta vino doña Anne Rautiainen, la directora del Teatro Nacional de Finlandia, una eminencia ella y eso se sentía como en la casa. De cabello mono y cortico, unas gafas negras de pasta y una belleza de sonrisa. ¡Hubo un taller de actuación más bueno! Como para salir en una película algún director de por allá, de esos lares.
2017
¿2017? Pero si ese fue el año en el que el Gesto Noble visitó por todo lo alto las veredas . Fue con todos los fierros, o más bien, en todos los fierros. Si hubieras visto esa tracamanada de actores, con toitico y director, encaramada en un helicóptero Black Hawk del ejército nacional. Era la gente del Matacandelas llevando Pinocho a la Vereda El Porvenir. Hasta el famoso muñeco montó ese día en avión. ¡Eso sí que fue tremendo espectáculo y ni boleta cobraron! En esas montañas años atrás volaban dizque los pájaros de acero, pero ese año no cargaron munición sino vestuarios, utilería y puro arte. ¡Puro arte!
2016
Siempre es que hace falta el campito. Ese año, en 2016, el Gesto Noble se fue que para las montañas. ¿Todo un Festival Internacional de Teatro y no más en la zona urbana? Eso hubiera sido muy triste. Desde ese momento El Gesto Noble viajó por todos lados. Y no solamente los grupos locales. No, señor. Hasta Espada de Madera, el grupo de Ecuador, terminó tirando charco en Los Cañones. ¡Ay! Eso tan rico por allá.
2015
¡2015, 2015! ¡Qué maravilla de año! Como quedó de divino el nuevo logo del Festival. Eso tenía de todos los colores, estaba más pintado que loza sin esmaltar. Tenía amarillo, rojo, azul y unas caritas que eran la berraquera; parecían de un cuadro de ese pintor que es todo famoso, dizque don Besazo... ¿Que qué? ¿Cómo que no se llamaba así? ¿Y entonces cómo? ¡Picasso, eso, Picasso! Es que también con ese nombre, le hubieran puesto alguito más normal como Tarsicio, Tránsito o Tespys.
2014
Ya diez años del Gesto Noble del 2014. Ese año El Carmen estaba cumpliendo 200 años de vida. ¿Te acordás de esa maravilla de exposición en la galería de arte del Instituto? Colgaron de cientos de hilitos esos visores de diapositivas de cuando uno estaba chiquito. Mucha gente no sabía qué era y cuando se llevaba uno al ojo aparecía la nostalgia: un papá, un primo, una tía, o así no fueran los de uno, tan parecidos, con los peinados y las modas del siglo pasado. Tantas y tantas fotos de gente que había visitado al Festival, que se había reído, que había llorado. ¡Gente que se jamás se había cansado de tanta nobleza, de tanto teatro!
2013
¡Vení, tomame una fotico aquí! No, no, mejor a ese niño. ¡Ay, mirá esa grosería de maquillaje tan hermoso! Pero no te pegués tanto a ese escupefuego que te va a dejar sin pestañas. Mostrá, ¿cómo te quedó? Eh, avemaría. ¡Ese celular si es que toma fotos muy buenas! Mentiras que no, mi amor, eso es el ojo del fotógrafo, no se me emberraque. Más bien mande esas fotos a Yo soy el gesto de El Gesto, el concurso de fotografía y video que tiene el Festival desde 2013… Eso sí, luego me quita esas arruguitas en edición.