Mes julio 2024

¡No me vayás a votar estos papeles! ¿No vés que son los afiches históricos del Festival? Vea qué hermosura, el del 2011, con esa trapecista encaramada en ese aro. Ese cielo azulito, azulito y ella vestida de amarillo y naranjado. Con esa sonrisa de haber visto teatro hasta el cansancio. ¡Mentiras que uno de pasar bueno no se aburre! Además vos estuviste ese año, “arrecordate”, como decía mi mamita, de que ese año hubo talleres de formación en teatro de calle… ¿Vos sí te graduaste de esos talleres? Yo me quedé habilitando Malabares y Zancos.

Oiga, ¿usted no ha visto por ahí a ese dibujo de metro setenta de don José Manuel Arango? Imagínese que el artista que hizo semejante obra ese año hizo el afiche del Festival. ¡Más lindo! Tenía unos zanqueros, a un mimo chiquito, así en blanco, negro y rojo para que le diera como vida. “¡Decimoquinta versión del Festival Internacional de Teatro el Gesto Noble!”, así mismito decía el carro que pasaba perifoneando.

¡Ah! ¿Vos estuviste en el 2009? “Arrecordate”, como decía mi mamita, de que ese año fue la berraquera, porque se nos sumó la Alcaldía de Medellín. Ese año mandaron un chorrero de grupos de la ciudad, ¿y es que cómo no? Quedando a una horita, ¡quién se iba a perder semejante evento! Vinieron grupos de Argentina, de Cuba, de España, a esos ya sí les tocó un paseo más larguito, pero ¡ay!, preguntales que si valió la pena.

¿Veinte años del Teatro Tespys? Pero a qué horas, ¡por Dios! Qué hacía que empezaron por ahí a armar alboroto en las veredas para montar que una obra, que una fiesta, que un baile con disfraces, que unas empandas bailables, y ya que un Festival, que un encuentro subregional de una cosa, de la otra… ¡No, qué belleza! Ya veinte años y eso no es todo. Imaginate que para partir la torta llegaron grupos de Cuba, de Ecuador, de Venezuela.

¡Ay, no! ¡Cómo que vos viniste por primera vez en el 2007! Belleza, me vas a poner sentimental. Ese ha sido uno de mis años más adorados. No ves pues que ese año, de cuenta del Encuentro Subregional de Teatro, el Gesto duró ocho días más. Uno iba al trabajo y ya no sabía si era trabajo o era obra de teatro. Todo el mundo mantenía con maquillaje y como ido, pensando en las obras de las que recién había salido. ¿Cómo no se iba a alargar el festival? Sabiendo que con él nació el GATO, el Grupo de Amigos del Teatro del Oriente Antioqueño. Y esos animales, igualito que los teatreros, ¡nacen con siete vidas!

¡Ah, no! ¡Vos sos de los míos! Esa edición del Gesto Noble fue una maravilla. Si me hubieras visto la felicidad cuando conseguí la boleta para ver por primera vez a la Candelaria aquí en El Carmen. ¿Cómo es que se llamaba esa obra? ¿Espanto? ¿Espasmo? Ah, no… ¡El Paso! Claro. «El Paso o Parábola del Camino» de Santiago García.

¡Ay, disculpame el desorden! Me cogiste organizando todo para la obra. Me hacés acordar del bololoi que teníamos en el 2005 con la construcción del teatro Montañas… ¿Qué? ¡Que ese fue tu primer año en el Gesto Noble? ¡Ay! Como estás de diferente, casi no te reconozco. ¡No! El día anterior al inicio del Festival no pegamos ojo sino clavos, tuercas y tornillos. ¡Imaginate que terminamos a las seis de la mañana y la primera función era a las once! Eso sí, cuando la gente empezó a aplaudir, el desvelo valió la pena.

Es que nosotros ya somos famosos prácticamente. ¿No ves que desde el 2005 nos dedicaron la primera separata en un medio de difusión masiva? ¡Eso fue una dicha! Una sección del periódico compIetica para el Festival. Pero eso sí, y no es por chicanear, luego, en el 2012, nosotros montamos nuestro propio periódico. ¿Qué mejor publicidad que la que uno mismo se puede hacer?

¡Ve! “Arrecordate”, como decía mi mamita. Ese año se escribió el primer Plan Municipal de Cultura. Eso sí que le dio vigor al Festival, ¡nonononó, quedamos pero alentados, mejor dicho! Invitamos a grupos de Venezuela, de Ecuador, de España, y es que no solamente los invitamos, sino que vinieron. ¡Qué maravilla!

¡Ve! “Arrecordate”, como decía mi mamita. Ese año fue la primera vez que el Ministerio de Cultura apoyó al Festival. Y no solo el Ministerior, también el Laboratorio de Paz del Oriente; eso fue una belleza. Con los grupos que llegaron de Ecuador, Rusia y hasta España se armó tremendo evento. ¡No, qué “noblesura” de Gesto!

¡Vos como que sos vieja guardia! Pero también de alma soñadora. ¡No, no, no, no, no! Es que se te nota, mirate esos ojos pispiretos. Y es que con razón, porque si este fue tu primer año en el Gesto, tenés que saber que a tu llegada la acompañó la del lema «Un escenario posible para imaginar la vida». ¡Qué belleza!