Cuerpos-memorias: Una interpretación

Escrito por: Andrés Álvarez Arboleda, integrante de Opinión a la Plaza.

Apertura exposición central

Fotografía: Santiago Díaz- Oficina de Comunicaciones del Instituto de Cultura El Carmen de Viboral.

Escrito por: Andrés Álvarez Arboleda, integrante de Opinión a la Plaza

En el momento en que inició la actividad performática de la exposición “Cuerpos-Memoria” dirigida por Maribell Ciódaro, del Colectivo Escénico Nichos, me encontré con el artista plástico Carlos Andrés Martínez. Con él dialogué mientras recorríamos el jardín central del Instituto de Cultura y presenciábamos la obra. En este texto recreo su interpretación.

Para valorar esta propuesta es necesario partir de una premisa: la obra está en formación, como lo están sus creadores. Tiene los elementos de experimentación propios de un espacio académico, es decir, desde la formulación de una pregunta los creadores se han lanzado a la búsqueda de los elementos estéticos necesarios para construir su expresión. En este caso, la exploración tuvo tres pilares esenciales: un origen, que fue suscitado por la tragedia Bodas de sangre de Federico García Lorca, la cual se desarrolla como versión libre en la exposición; una pregunta por el nicho, que es la pregunta sobre cómo los personajes habitan el espacio y se relacionan con los objetos; y finalmente, un compromiso vivencial en la construcción que cada actor hace de su cuadro y de su personaje, y que implica tanto la reflexión sobre la propia experiencia como la catarsis. Estos elementos, conjugados en la obra, son pasados por el catalizador del ímpetu –la voracidad– que todo el tiempo está afincado en la indagación por el cuerpo: un cuerpo que está vivo, que respira, como todas las acciones performáticas que parecen hacer respirar a un organismo mayor (el de la totalidad del espacio) cuando se repiten, una y otra vez, simultáneamente. La experiencia del espectador consiste en el encuentro de estos cuerpos, la materia viva de varios cuadros en los cuales se está desarrollando un momento escénico, y que lo incitan a participar de los nichos preparados para cobijarlos, lanzarlos, plegarlos y desplegarlos. Algunos cuerpos están dotados de movimiento e irrumpen en la normalidad en tanto artificiosos y disonantes; otros permanecen en reposo adoptando la forma de las concavidades que los contiene. Al finalizar el recorrido, el espectador puede darle un sentido de unidad a la totalidad de la obra y entender que ese jardín ha sido tomado por los creadores como un solo organismo vivo, como un nicho que contiene los demás nichos por los que durante la “función” ha pasado encendiendo velas, vertiendo leche o escribiendo en la lona, y preguntándose sobre las posibilidades y los límites de su interacción. Aunque la naturaleza del acto es efímera, tanto el registro fotográfico que puede ser consultado en la galería como todos sus acompañantes (bitácoras, videos, y reseñas) lo fijan con toda la carga simbólica de sus elementos. “Cuerpos-Memoria” es una obra dinámica, que cambia radicalmente según el espacio donde se presenta, y de esa manera existe no como punto de llegada sino como punto de partida.

 

Apertura Exposiciòn central Santiago Diaz 2

Apertura exposición central

Fotografía: Santiago Díaz- Oficina de Comunicaciones del Instituto de Cultura El Carmen de Viboral.

Ir al contenido