Guardianes del agua: gestión comunitaria en la ruralidad carmelitana

La Corporación Cultural y Ambiental Pantágoras viene liderando la implementación del proyecto Camino de la vereda en su vigencia 2025, un proceso de investigación y documentación de saberes patrimoniales y condiciones comunitarias y culturales importantes del territorio carmelitano y sus pobladores. Este año, el énfasis está en la gestión comunitaria del agua en la ruralidad.

Por: Corporación Cultural y Ambiental Pantágoras

Desde el mes de mayo de 2025, nos propusimos recorrer, escuchar y aprender de quienes día a día cuidan el agua en la ruralidad carmelitana. En el marco del proyecto “Guardianes del agua: gestión comunitaria en la ruralidad carmelitana”, hemos venido desarrollando un proceso que articula la investigación con el arte, la memoria y la vida comunitaria.

El camino inició con la revisión de los antecedentes de Camino de la Vereda, para reconocer las experiencias previas y los lenguajes creativos con los que se han narrado las historias del territorio. Paralelamente, adelantamos un análisis bibliográfico sobre la gestión comunitaria del agua, que nos permitió ubicar categorías iniciales de observación y diseñar los primeros formatos de entrevistas, observaciones en campo y consentimientos informados.

A partir de allí, empezamos a trazar la hoja de ruta para las visitas a los acueductos veredales. Los primeros acercamientos se dieron con Aguas Claras y La Madera, donde realizamos recorridos guiados, entrevistas a líderes y lideresas, y un registro fotográfico que capturó tanto la infraestructura de potabilización como los paisajes de reserva que sostienen la vida del agua durante el año. Estos encuentros nos permitieron comprender las fortalezas y tensiones de la gestión comunitaria, atravesada por problemáticas como la urbanización acelerada, la presencia de agroindustrias y la presión de normativas empresariales.

El proceso se extendió a otros acueductos: Asalpra, La Sonadora y La Florida, donde seguimos recogiendo testimonios y relatos que dan cuenta de la importancia de lo comunitario en el cuidado del agua. En cada visita hemos identificado personas, voces y objetos significativos que nutrirán la construcción colectiva del Museo del Agua, un espacio que se creará en la sede del acueducto de Cerro-Samaria y que busca visibilizar la memoria material y simbólica de los acueductos rurales.

De manera paralela, avanzamos en la planeación del componente audiovisual del proyecto, definiendo la hoja de ruta con la que hicimos la tarea de grabar los primeros testimonios, así como la selección de escenarios y protagonistas que están dando vida a un relato en imágenes y sonidos.

En cada etapa de trabajo tomamos decisiones conjuntas, ajustamos la ruta y garantizamos que el proceso conservara su carácter comunitario y participativo. Ahora estamos dando los últimos pasos para culminar un proceso que nos permitió tejer la investigación, la creación y la memoria, a través del reconocimiento de las comunidades veredales como verdaderas guardianas del agua.

Ir al contenido