Narrar desde el territorio para construir paz.


Fotografía: Viviana Andrea Cardona Gonzáles.

 

Imaginen ustedes que están leyendo este relato, sobre cómo era viajar hacia el corregimiento de La Chapa en uno de los Chiveros (vehículos tipo campero destinados para el trasporte público rural) en los primeros años del 2000. Por esta época, el territorio se había convertido en un escenario de conflicto, con presencia de actores armados que se disputaban la zona como un fortín de guerra, y así mismo empleaban cualquier medio para alcanzarlo. Imagínense cómo era transitar por la vía que del casco urbano de El Carmen de Viboral, conduce al municipio de La Unión en ese tiempo, ser testigo de los estragos de la guerra a cada curva, observar cómo cada vez había menos gente en el territorio, detenerse sin hacer preguntas ni oponer resistencia cuando un extraño así lo indicaba y tener la zozobra de si este viaje sería uno sin retorno, de hecho para muchos lo fue.

Fuera como fuera los Chiveros atravesaban el territorio, cruzaban a diario fronteras invisibles pero muy reales. Recorrían los caminos de la guerra dejando personas y encomiendas al lado del camino. Una caja acá, un estudiante en la casa de portón rojo, un costal allí, una caja de cervezas para la tienda X o Y. Los Chiveros eran dinamizadores del territorio, personas conocidas por los habitantes del sector, pues todos de una u otra forma tenían que ver con ellos.

Fue precisamente por esta notoriedad y su labor que estuvieron en la mira de los actores armados. Algo que se agudizó a medida que la violencia se hacía más palpable y se intensificaba la relación entre amigo-enemigo. ‘¿Con quién está alineado? ¿Llevará armas escondidas en el carro para el grupo de arriba? ¿O es alguien que simplemente trabaja y lleva el sustento a su familia?’ La labor de estos trasportadores ponía diariamente sus vidas en peligro, pues la guerra y las dinámicas de la misma, como lo expresa Kalyvas (2000), hacen de la población civil un medio y fin para el control del territorio, y en esta lógica del conflicto armado los trasportadores como vínculo entre los habitantes de La Chapa y el casco urbano del municipio de El Carmen de Viboral, se convirtieron en actores claves dentro de las dinámicas del conflicto.

Frente a este tema, Alba Lucía Gómez Zuluaga, Promotora Social de Conciudadanía, relató la llegada de los actores armados al corregimiento de La Chapa: “(…) A finales de los años 90 empezaron a llegar estos grupos armados al corregimiento. Eso fue tenaz, porque cuando empezó, pues la gente que vivía en La Chapa, arriba, se tuvo que desplazar para Campo Alegre o alquilar casa en el pueblo. Hubo un tiempo en el que volaban muchas de esas torres de energía, entonces las personas se sentían muy amenazadas. Hubo reclutamiento de menores y la gente que tenía hijos adolescentes estudiando en los colegios tenía que salir despavoridos. Mucha presión en las vías, carros que no tenían placas, o carros que llevaban esa gente (miembros de grupos armados). Dejó la gente de subir, esto era solo, esto era un desierto.”

Y por ese ‘desierto’, los Chiveros transitaron todos los días, nunca dejaron de hacerlo, ni siquiera cuando aparecían personas muertas al lado del camino o cuando algún colega de profesión emprendía un viaje sin retorno.

¿Por qué hablar sobre los Chiveros?

El trasporte público y las vías de acceso, como eje fundamental de las dinámicas sociales y económicas del campo, se convierte en un elemento clave para abordar las memorias del conflicto armado en el corregimiento de La Chapa. Es por esta razón que surge la idea de realizar una serie documental en formato audiovisual sobre los conductores de estos vehículos, en la cual se busca contar sus historias y los relatos de sus familias, para construir una línea de tiempo que recoja los momentos vividos en época de conflicto en nuestro municipio. Esta apuesta busca entender, de manera integral, el conflicto, sus consecuencias, causas y, sobre todo, recordar a las personas que los han vivido, con el fin de comprender por qué no puede volver a pasar, como una manera de aportar desde la construcción de memoria colectiva al esclarecimiento de la verdad y la no repetición, que son derechos consagrados en la ley 1448 del 2011, también conocida como Ley de víctimas y Restitución de Tierras.

Esta intención de generar nuevas narrativas enfocadas a la trasformación de los conflictos desde el ámbito local (Lederach, 1997), condujo a la conformación de una alianza entre Viboral Telecomunicaciones, la ONG Conciudadanía, el Colectivo Antorcha, víctimas de la vereda La Esperanza y miembros del Instituto de Cultura El Carmen de Viboral.

Producto de esta alianza, se viene adelantando un proceso de creación de contenidos locales que inició desde mayo del 2018, con la conformación de un grupo interdisciplinar de 12 habitantes del municipio, conformado por periodistas, comunicadores, historiadores, trabajadores sociales, psicólogos, estudiantes universitarios y líderes que, desde distintas organizaciones y enfoques, promueven cambios sociales, políticos y culturales en el municipio.

Estos actores, participan en el proceso formativo de construcción de memoria histórica, que ofrece Hacemos Memoria, un proyecto de la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia y la DW (Deutsche Welle) Akademie. Este es un proceso participativo, en el cual se le ha apostado a tratar los temas que, desde la comunidad se quieren contar, con el fin de promover que sean las comunidades las encargadas de narrar sus historias. Por este motivo, la idea de hablar sobre los Chiveros, obedece a las discusiones que se han tenido en los múltiples encuentros que tiene el grupo desde el año pasado y donde se identificó la necesidad de narrar por medio de una serie documental y una línea de tiempo, las memorias del conflicto armado en El Carmen de Viboral, a partir de relatos que den cuenta de las diferentes modalidades de violencia y de los actos de resiliencia de los carmelitanos víctimas del conflicto armado.

Hacemos Memoria, entra posteriormente a co – liderar el proceso de creación de contenidos locales con Viboral Telecomunicaciones y el Instituto de Cultura El Carmen de Viboral. Esta apuesta, además, hace parte de los avances que se deben mostrar en la gestión del Subprograma 3.12.2 de la Línea tres (3) del Plan de Desarrollo Municipal 2016 -2019 El Carmen de Viboral “Territorio de vida y paz” (Zuluaga Giraldo, 2016).

Así pues, este año inicia de manera formal, la producción del capítulo piloto de la serie audiovisual que se desarrollará en el marco de este proceso, al igual que se inició con la investigación para la estructuración de la línea de tiempo.

Creemos que los mecanismos de reparación y las garantías de no repetición, deben trascender el ámbito jurídico y la discusión entre los sistemas expertos del estado (Ruiz, 2015). Este es un asunto de corresponsabilidad y de comprender, desde cada uno, que los avatares de la guerra son reales, que las víctimas del conflicto armado no son una simple cifra fría y sin memoria, sino que pueden llegar a vulnerar a un vecino, al mejor amigo o a la persona que en este momento lee este texto. De ahí la importancia de reconstruir las memorias del conflicto y aportar a la reparación y la reivindicación de las víctimas. Es por esto que desde el Instituto de Cultura El Carmen de Viboral y los aliados en esta proceso que se viene realizando, queremos resaltar la labor de los conductores dentro del conflicto armado, ellos fueron vehículos de la guerra, pero también de paz, el puente de comunicación entre un casco urbano que parecía ignorar lo que sucedía a unos cuantos kilómetros de distancia en el sector rural. Los Chiveros fueron para muchos desplazados el medio de escape en el cual empacaron lo poco que pudieron llevar al huir de sus hogares, pero han sido a su vez el vehículo en el cual muchos campesinos han retornado a sus tierras otrora abandonadas.

Creemos que la construcción de paz se da desde los escenarios cotidianos, desde los hogares, desde las veredas que logran resinificar su territorio a pesar de la violencia vivida y desde el diálogo respetuoso y en armonía con quienes tienen posturas ontológicas diferentes a las nuestras y por este motivo invitamos a todos a construir paz desde sus hogares, escuelas y trabajo.

Bibliografía:

– Kalyvas, S. (2000). Esbozo de una teoría de la violencia…. ESTUDIOS., 25, 25.

– Lederach, J. P. (1997). Building Peace: sustainteable reconciliation in divided societies (primera ed). Washington.: United States Onstitute of Peace.

– Ruiz, G. A. (2015). Ser de verdad un desplazado : naturalización de la condición de víctima a través de las intervenciones legales post-conflicto en Colombia. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares., LXX, 51–75. https://doi.org/10.3989/rdtp.2015.01.003

– Zuluaga Giraldo, N. F. (2016). Plan de Desarrollo Municipal 2016 -2019 El Carmen de Viboral “Territorio de vida y paz”. El Carmen de Viboral.

 

 

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