Ciclo de cine: Por los caminos del Este. Primera temporada 2025

Por los caminos de las cinematografías del Este: cine polaco moderno y contemporáneo.

Ciclo de cine – primera temporada del 2025 (Marzo – Mayo).

El siglo XX llamó cortina de hierro a la división entre el bloque socialista y Europa occidental, aparte de su definida connotación política, que se deja sentir en estas películas y que implica no solo una revolución cultural sino una apertura de la mirada y el oído, esta nueva ola nos da más de lo que podríamos esperar. La separación ideológica, por negativa que haya sido en el plano cultural y artístico, toda vez que la censura impidió la entrada del cine estándar, permitió, ya sea por las presiones internas al este, como por la pérdida de contacto con occidente, el surgimiento de un cine original, con formas de montaje, tratamiento de personajes, inicios y finales de los filmes, montajes y planos, particularmente inéditos.

En este ciclo recorreremos los países del este europeo y disfrutaremos de un tipo de montajes inesperados, comenzando por un autor como Pawel Pawlikowski, que si bien es contemporáneo, no deja de ser un directo heredero de la estética de La Nueva Ola Polaca, (1956-1965), una nueva generación de cineastas polacos que deseaba enfrentar tan honestamente como fuera posible la realidad y la historia de su país, siendo su característica más acusada el sentido de la ambigüedad, personajes que no son ni buenos ni malos sino originales y descodificados; como también el sentido de lo inusual y de las visiones en filtro, de las cosas, caracterizada por planos de luz, en los que se transparenta una poética de los ángulos, composiciones y trayectorias.

Zanussi, Kieślowski, Andrei Wajda, Tadeusz Konwicki, Jerzy Stuhr, Pawliowski, quizás desconocidos para la mayoría, con excepción de Krzysztof Kieślowski, nos mostrarán esos espectros de luz a través de los cuales se revelan maneras de trasladar a sus personajes por meandros poco conocidos por el cine industrial.

La escuela de cine de Lodz fue la pionera de este movimiento, es lo que se llama un cine de la horizontalidad, justo allí donde la tendencia cultural prescribía la verticalidad. Con esta generación, realmente nace una mirada, nacen personajes y maneras de ser, que solo se hacen patentes en el cuadro y en el plano, nada convencionales, por fuera de estereotipos o dramaturgias esquemáticas. La luz, el silencio, los espacios, las emociones profundas, la sutileza, el sonido, lo sinuoso, son otras tantas maneras de nombrar un estilo que en América latina podría despertar el sur óptico y sonoro que contrarreste la retórica del cine industrial, como lo fue el caso del primer Raoul Ruz en Chile y de Glauber Rocha en Brasil.

Al hablar del cine del este, se nos ocurre que hace parte de una estética del sur global, un cine minoritario con una energía semejante a la de quienes piensan primero en el amor al cine, un estado de surgimiento incesante, la definición poética del amateur, el amador, el que recién empieza a amar, justo como titula la segunda película de Krystof Kieslowski, conocida también como El aficionado (1979) y titulada Camera Buff en inglés. Todo comienza para un aficionado y la cámara parece descubrir por primera vez personajes, paisajes, mundos desconocidos. Será un viaje ya no por la cortina de hierro sino por la cortina de cine, como en los viejos tiempos.  Que se alce el telón.

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