Honra y Gloria a quienes cimentaron nuestra identidad

Escrito por: Orlando Rendón Zuluaga.

Ustedes se preguntarán: ¿Por qué esta placa? ¿Y quiénes son dos estos personajes?

Pues bien: se trata de llenar un vacío documental e histórico en este plaza mayor de El Carmen de Viboral. Ha muchos años que propios y turistas lo reclaman. Gracias a la colaboración de varios amigos se ha logrado plasmar para la posteridad este documento que da fe de quien fue propietario de la Hacienda El Carmen desde 1752 y que recibió de su familia como dote por su nombramiento como primer Párroco de Marinilla y que hoy en día, según el I. G. A. C. tiene una extensión de 453 kilómetros cuadrados. Este ilustre sacerdote sobresalió por su sabiduría, don de gentes, por el cuidado de su grey, por sus virtudes, prudencia y espíritu cívico, y durante 33 años (1752 – 1785) sembró con su entrega incondicional en favor de sus fieles la simiente que con el paso del tiempo florecería con la creación de la Viceparroquia de Nuestra Señora del Carmen de Cimarronas en 1763.

La labor del Presbítero Doctor Fabián Sebastián continuó ardosamente hasta su fallecimiento en agosto de 1785, de unos 65 años de edad, llenos de honra, respeto, prestigio y agradecimiento de aquellos con cuantos compartió su corta existencia. Hacía pocos días había estampado  por última vez su firma en el libro de bautismos de la Parroquia de Marinilla, donde sólo se lee: doy fe Doctor Jiménez. Dos años después, en 1787, lo sucedió el Presbítero José Ramón, como segundo Párroco de Marinilla, quien nació en Medellín en 1756 y murió de 78 años de edad en 1835, después de 48 años de una intensa labor en favor y con gran desprendimiento, de toda la comarca oriental, esto es, del histórico cantón de Marinilla, ganándose por su honor y memoria el apelativo de: “Dechado de virtudes, ilustración, caridad y patriotismo”. Trabajó como ninguno por el bienestar, el progreso, la paz y la libertad de todos los feligreses y muy especialmente de sus contradictores y de sus inmediatos servidores, de tal manera que su predicación, la rubricaba con su ejemplo.

Bástanos aquí decir, que en 1806 aceptó desprenderse de una muy preciada parte de su Parroquia, desde Las Garzonas al Porvenir, y desde Aguas Claras a La Esperanza, para que en 1807 se creara la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Viboral, y al año siguiente en 1808 donó de su propio peculio, la imagen de la Patrona traída de Ecuador.

Fue tan grande y meritoria la gestión de estos dos líderes durante 81 años que se estaba en mora de consagrar un testimonio de amor y agradecimiento a la memoria de Fabián Sebastián Jiménez de Fajardo y Duque de Estrada, como fundador en 1752, hace 268 años, y a Jorge Ramón de Posada y Mauriz cofundador, por haber aceptado y propiciado la creación de la Parroquia en 1807, hace 213 años.

En el triángulo étnico Marinilla, El Carmen y El Santuario, están las huellas de sus parientes cercanos: Duque, García, Fajardo, Posada, Ramírez, Zuluaga, Jiménez y Gómez de Castro.

Gracias a quienes aportaron su granito de arena, desde las decoradoras con su dedicación y paciencia, hasta los que colocaron esta placa y la pulieron con cuidado y esmero. Gracias, muchas gracias.

*Placa ubicada en el parque principal Simón Bolívar de El Carmen de Viboral el 8 de diciembre de 2020 en el marco de las Fiestas de la Loza 2020.

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