“La Memoria del Barro: 120 años de la cerámica como patrimonio cultural”
Durante el XI Foro Territorio, Cultura y Turismo “La memoria del barro” se invitó a toda la comunidad a tratar de repensar nuestra identidad desde la Cerámica y reflexionar –juntos-, en esta discusión, para encontrar nuevos sentidos a esta. Y para lograrlo, se propueso desplazar el polo de debate, que esencialmente se ha dado alrededor de la historia de la Cerámica carmelitana, y conversar justamente sobre aquellos asuntos que consideramos que aún hay por descubrir sobre el barro, como lo pueden ser sus lenguajes y significados colectivos, su valor no utilitario sino simbólico, estético, creativo y patrimonial. En resumen, sobre la memoria que contiene, como materia prima que hace brotar de las manos de los artesanos las posibilidades de la tierra y el significado del territorio.
En esta oportunidad el Foro pretende tratar temas relacionados con el Patrimonio cultural, entendido como una construcción de la comunidad en su conjunto, es decir con las personas, por ser relevante para su identidad, memoria e historia. El centro de la discusión se enfocó en la tradición Cerámica carmelitana y cómo esta práctica hace parte de la identidad del pueblo y lo representa, de varias maneras, en el ser, saber y hacer de los pobladores de El Carmen de Viboral.
No podemos olvidar que la geografía de El Carmen es propicia para concebir la industria de la loza como propia, por su riqueza en agua y por la presencia en sus suelos, prolífera, en materias primas (minerales) para fabricar cerámica. Todas esas potencialidades permitieron que esta práctica se convirtiera en base de la economía local. Aceleró el desarrollo de los servicios públicos, las vías y las comunicaciones pues todas ellas servían a su fortalecimiento. Le dio un nuevo significado a los servicios públicos y a la tenencia de la tierra por representar fuentes de energía para la producción.
Las dinámicas sociales y familiares también se transformaron: implicó a la mujer como decoradora en la industria, la introdujo a la vida laboral paga (transformó su rol en la sociedad) e involucró a los hijos en otros oficios complementarios como la minería. Fue tan importante que se concibió como un legado – ese conocimiento se transfirió entre generaciones – y hasta permitió que los talleres se trasladaran a las casas y generaran negocios familiares. En el ámbito político también tuvo incidencia, pues la industria adquirió fuerza y poder que le permitieron tener voz y voto en asuntos de ordenamiento territorial y de movimiento de propiedades. Era 1945 cuando en el municipio se fundó la Escuela Nacional de Cerámica Jorge Eliécer Gaitán, única en su tipo, esto significó, además una influencia de la Cerámica en la concepción de la educación en el municipio.
En resumen este oficio, arte, práctica y tradición fue el eje central del desarrollo municipal pues significó transformaciones territoriales de fondo.
Próximamente, más información sobre lo acontecido en el XI Foro Territorio Cultura y Turismo.
Para mayor información sobre los 120 años de la cerámica en El Carmen de Viboral, puedes comunicarte a los siguientes contactos:
Oficina de Turismo. 543 2097 extensión:105
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