En el principio del canto

Anotación del primer momento de X Viboral Rock

 Por: Julián Acosta Gómez, miembro de Opinión a la Plaza, medio aliado del festival.

Fotografia: Fabian Rendón Morales.

Hay un zumbido melifluo. Una sombra de música que parece tocar las ventanas del rock con la delicadeza del viento de las montañas. En el centro del escenario, La Estudiantina del Instituto de Cultura. La música que liberan ha asumido el mito del mestizaje. El estilo del rock acariciando -o quizás mordiendo- la corporalidad de la Música Andina Colombiana: El reto es la fusión de dos sonidos diversos que han sido separados por la cultura y por el tiempo. La propuesta ha inclinado a que los miembros de la Estudiantina salgan de su lugar común, “La estudiantina se está transformando a ella misma” afirma Camila Gómez, integrante de la agrupación. Es una oportunidad de otorgar movilidad a la formación de los estudiantes pero también es un momento para darle un respiro a ambas líneas musicales que se encuentran en las cuerdas de la Estudiantina para renacer ante los ojos y oídos de los espectadores que aguardamos sobre las gradas. Así toma sus rutas la vida misma, en el azar de encuentros insospechados, así la música toma piernas y bastón para entregarse a las formas de la metamorfosis.

Los procesos que ha propiciado La Estudiantina este año, transitan en la posibilidad de la exploración. “Ha sido como una bola de nieve que se ha vuelto gigante, todos hemos ampliado nuestro espectro musical y decir: El tiple, la bandola y la guitarra no es solo para pasillos y bambuco, puede sonar metal, puede sonar música religiosa… es salir de ese tipo de etiqueta.”, dice Jonathan Pavas, músico de la Estudiantina. Los miembros de la agrupación lucen tranquilos pero alertas, como si quisieran asistir a su propio concierto y notar la transgresión que están a punto de cumplir. Entonces de la música que liberan en el escenario salen colores que parecen arrastrarse por el pantano pero crecen con la luz y se quedan entre los árboles. La imagen. La ilusoria imagen, lleva a confluir los colores oscuros de la estética rock con la mirada clara de la música Andina Colombiana. Esta tarde, bajo el cielo gris de El Carmen de Viboral que no se desagua pero tampoco brilla, la Estudiantina, bajo la tutela de Sebastián Pérez, es la encargada de abrir la décima versión del Viboral Rock.

 

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