Reconstruir el pasado
Por: Julián González Ríos
Estos años de recorrido por las veredas del municipio han significado la posibilidad de acercarnos al lado más íntimo de sus pobladores. Conocimos de primera mano los diferentes modos de habitar y disfrutar la ruralidad, nos aproximamos a la comprensión de sus costumbres, ideas y sentimientos, y a la valoración de su estructura comunitaria marcada por la cercanía y los lazos espontáneos entre personas que comparten objetivos comunes y un alto sentimiento de pertenencia que los vincula unos a otros, porque la vida en el campo es así: está enredada a la historia de los demás, los vecinos, y, marcada por un sentimiento indisimulable de arraigo.
Aprendimos que decir “El Carmen de Viboral” es una ilusión de homogeneidad, pues, el conjunto es un cúmulo de diferencias geográficas, de valores, de costumbres, de condiciones materiales, de expectativas y, especialmente, de experiencias de vida. Este es parte del valor de Camino de la Vereda: representa la oportunidad de conocer la experiencia de vida particular de nuestros campesinos, de recorrer a su lado los caminos, de escucharlos, de explorar nuestra historia con sus recuerdos, esos que salen a flote en la conversación íntima y desinteresada y que a veces llegan de forma desordenada, pero que van tomando consistencia tras las horas compartidas. En la cotidianidad de esas conversaciones, son inevitables las evocaciones al pasado, aunque intencionalmente hemos querido provocarlas para construir a través de ellas nuestra memoria, un propósito al que avanzamos gradualmente.
Por esta razón, sentimos que vale la pena seguir caminando este municipio: para acercarnos a los que han vivido y dado forma a todo lo que conocemos; anhelando que estos encuentros nos permitan construir la memoria del pasado, una memoria que, como expresa Elizabeth Jelin, no es el pasado en sí mismo sino la manera en que los sujetos construyen un sentido de este y que se actualiza con el presente en el acto de rememorar, de olvidar.
Este reconocimiento del pasado como parte importante del presente nos lleva hoy a buscar una construcción colectiva de las distintas formas en que lo acontecido en nuestro municipio impacta la vida de las personas y de su relación con el presente y nuestro futuro. Por eso, en esta ocasión, Camino de la Vereda se desarrollará en Campo Alegre y La Chapa, con la intención de indagar sobre las prácticas del oficio ceramista, la agricultura y la cocina tradicional carmelitana, en un ejercicio que identificará su modo de evolución en esta zona del municipio, las implicaciones de estos cambios y la relación de las personas con su entorno. Los resultados de esta investigación serán recogidos en la sexta versión de la cartilla Camino de la Vereda y en un video documental que servirán de síntesis y testimonio de todo el proceso.
Esperamos que este recorrido por el pasado y por la memoria como formas de hacernos conscientes de nuestra existencia en el tiempo para pensar en futuros posibles, sea un espacio para expresar y actuar los adversos sentidos que otorgamos a lo vivido, reforzando algunos o ampliando y cambiando otros.
Proceso liderado por la Administración Municipal “Más cerca, más oportunidades” y el Instituto de Cultura El Carmen de Viboral. Apoyado por el Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura.