Pensar la animalidad hoy, es derrumbar la diferencia jerárquica de lo humano con respecto al animal y la planta, la tierra o lo mineral, es decir, lo viviente. Comprender los límites de lo humano justo en los límites de la separación establecida por dicha jerarquía significa descubrir lo extraño, lo bestial, lo radicalmente «otro», para deconstruir como nos lo propone Jacques Derridá, la lógica de sumisión de lo animal y de lo viviente al mundo humano.
Del mismo modo, se trata de un asunto de devenir, de experimentación siempre en curso: Zaratustra y sus animales, Kafka y sus devenires topo, bicho, perro; Silvina Ocampo y sus ratitas, Maeterlinck y las abejas, Jakob Von Uexküll y los tres afectos de la garrapata; experiencias que desbordan cualquier reducción del animal a un objeto, una cosa, un ente separado. Ante la presencia del animal, inmanente y corporal, el animal humano se siente despojado, incómodo, interpelado, y tiende a separarse, a establecer relaciones de trascendencia u objetivación, de allí que la pregunta por los límites de lo humano sea la misma pregunta por nuestra parte animal. Por fuera de la objetivación utilitaria de lo viviente, en la domesticación o en la explotación de la naturaleza, resulta oportuno pensar la coexistencia con el animal más allá del poder constituido, humano demasiado humano, tal y como Georges Bataille piensa la inmanencia, el ser uno con otro del animal y del hombre comprendidos como soberanía, la continuidad del mundo y la inmediatez, pero también la animalidad como aquello que se nos escapa: “el animal está en el mundo como el agua en el agua”.
Desde esta perspectiva, pensar, remover, crear, son inseparables de la invención de otras maneras de conexión con el animal: devenires animales, devenires-vegetales, devenires-mujer o niño, un «entre», un puente que pueda reconducir el animal humano en la comunidad de lo viviente.
El Decimonoveno Foro Anual de Filosofía STOA se aventura en este giro filosófico proponiendo una aproximación al pensamiento de la animalidad como una puesta en cuestión del poder y sus formas actuales de domesticación de lo viviente, ya sea desde los estudios críticos, la escritura o la experimentación estética, en su propósito de romper la separación entre lo humano y lo animal, en virtud de una inmanencia posible. Para ello, el Foro STOA reunirá invitados especiales nacionales e internacionales, así como ponentes interesados en el campo temático propuesto.
Los invitamos a conocer los lineamientos generales de participación para quienes deseen postularse como ponentes del STOA 2024.
Ver: Lineamientos de la convocatoria – Llamado a ponentes STOA 2024.
Etapa de evaluación:
12 de agosto, 2024: Resultado de la deliberación del comité académico.