Narrar y reinterpretar desde el rock.

Por: Juan José Ossa Zuluaga. Miembro de la Oficina de Comunicaciones del Instituto de Cultura de El Carmen de Viboral. 

Fotografia: Fabian Rendón Morales.

Durante la charla Memoria del rock: una mirada a la trasformación urbanística a través de las caratulas de 10 discos de rock, moderada por Santiago Arango, Director de Haga la U radio y realizador de Radionica, se habló sobre cómo las urbes y en este caso Medellín, se configura como un escenario fragmentado en el cual cada barrio es como una micro ciudad en la cual se producen dinámicas sociales, culturales y económicas particulares.

Es precisamente desde las micro ciudades en las que viven los habitantes de Medellín, que se ha interpretado y narrado la ciudad por bandas como la Doble A, Niquitown, La 45, Re Suarez entre otras, que permiten ver esa naturaleza urbana. Muchas veces depredadora de sí misma, que constantemente transmuta y se re inventa. El arte visual que acompaña los discos es el registro de una percepción particular y a su vez un elemento que permite re interpretar la realidad de los escenarios urbanos de lugares diversos y de un verde que cada vez se torna más gris a medida que el cemento, se traga el campo y la fauna silvestre es desplazada por la selva moderna.

“Todo esto eran mangas” esta es una de esas expresiones que escuchamos de nuestros padres y abuelos, cuando miran hacia vías o un edificio que obstruye el cielo y que antaño fueron potreros y montes por los cuales alguna vez corrieron cuando eran niños, se escondieron o se dieron besos a escondidas con alguien. Palabras que son una ensoñación y al mismo tiempo un disco de Parlantes publicado en el 2016 “todo esto eran mangas.” Una expresión que muestra en ultimas la manera en la que vivimos los escenarios urbanos, esos lugares que se transforman a ritmo acelerado y en los cuales ‘el desarrollo’ gana terreno día a día a esos espacios verdes de la memoria.

¿Y porque estamos hablando de esto? Simplemente, porque la música y en especial el rock permiten re interpretar nuestras realidades, nuestro entorno y las formas de desarrollo que estamos dispuestos a soñar. Formas en las cuales el rock ha permitido reflexionar y narrar momentos específicos, conflictos sociales y la guerra, la jerga de la calle, como lo referencia Santiago, cuando habla de la canción El faltón de Carbure, o Todo Bien de Bajo Tierra, pero también permite pensar como queremos vivir y que futuro se quiere construir.
Ante este panorama de cambio, Santiago Arango, se refiere a las caratulas de las bandas y la importancia como forma de registro histórico y de formación de identidad de ciudad a través del arte. “Construir desde otra mirada” dice ”porque con el pasar de los años, se entiende que los hijos, los primos y las generaciones que vienen, van a encontrar también una versión de la ciudad ahí (en las caraturalas), una versión que está en la imagen y en las situaciones y los eventos que se narran a través de lo lirico. Creo es un elemento de apoyo para poder construir un macro relato (de la ciudad).”

El rock ha permitido pensar Medellín, re interpretarlo, ser reflejo histórico de lo que sucede en el Valle de Aburra y así mismo, el rock, puede ser un elemento de reflexión, critica y trasformación de lugares como El Carmen de Viboral frente a las dificultades particulares del territorio, como lo es la gentrificación y conurbación que afronta en estos momentos.

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