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Ciclo de cine ” Notas cinematográficas para un discurso amoroso”Tercera Temporada.

Película. Confesión a Laura

 

Guión: Alexandra Cardona Restrepo
Dirección: Jaime Osorio
Reparto: Vicky Hernández (Laura, la vecina), Gustavo Londoño (Santiago), María Cristina Gálvez (Maruja, esposa de Antonio)
Cámara: Adriano Moreno
Montaje: Nelson Rodríguez
Música: Gonzalo Rubalcaba
Color. Año: 1991
Locaciones: Confesión a Laura fue rodada en La Habana, Cuba, país que participó en la producción. Los escenarios y arquitectura de la Habana crearon insólitamente ese ambiente frío, colonial y republicano de una ciudad como Bogotá hacia los años cuarenta.

Comentario:
Para el cine colombiano, Confesión a Laura constituye quizá, sino la única, al menos la más importante película de su desacertada historia. Los colombianos, más o menos conscientes tenemos del día de la muerte de Jorge Eliécer Gaitán, una referencia crucial de lo que se produjo después, un país desangrado, sembrado de odio y vejación; las raíces de lo que sigue ocurriendo hasta nuestros días hay que buscarlas en ese episodio, escenario en el que palpita la película. Sólo que no se trata de un film histórico. Tres personajes absolutamente cotidianos, ajenos a los acontecimientos que ocurren afuera, se ven atrapados por el toque de queda. Es un film sobre la casualidad, el choque de circunstancias y lo que dicho azar puede desencadenar. Sin embargo, el perfil de los personajes, no es ajeno a las causas de los acontecimientos, puesto que Santiago es un empleado público, atrapado en el yugo matrimonial, simpatizante de la causa gaitanista; su esposa Maruja, por el contrario, es una mujer convencional y rígida que odia cualquier aventura libertaria, y Laura profesora de colegio, soltera pero jamás solterona, lee autores prohibidos. La trama argumental está constituida por un pastel de cumpleaños que Maruja encomienda entregar a la vecina del apartamento de enfrente, Laura, a través de su esposo, justo en el instante en que estalla Bogotá. Con un ejemplar recurso al fuera de campo en el que transcurre el bogotazo tras el asesinato de Gaitán, la película se detiene en los dos personajes que quedan encerrados para dejar emerger una complicidad libertaria y una historia de amor; la paradoja está en que el encierro romperá las fronteras que las convenciones de la época nunca hubiesen permitido infringir. Los personajes bailan, cenan, recuerdan, ríen, sueñan, se atreven como nunca. En suma, un espacio cerrado para un horizonte abierto.

Tomado de www.grupokinoks.blogspot.com – Apreciaciones cinematográficas realizadas por: Paula Toro y Ricado Ospina – Grupo Kinoks

 

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